Un aspecto trascendental para comprender el significado del Folklore en el pasado es el estudio de las tradiciones y las costumbres de los pueblos.

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La coincidencia de músicas y letras en zonas dispares de la geografía extremeña nos hace ver una movilidad importante, que se hace notoria cuando comprobamos que además coinciden con músicas y bailes de otras regiones españolas.

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El tipismo y el costumbrismo son conceptos de alto interés cultural y antropológico, porque incluyen aspectos tan relevantes como la génesis de muchas de las canciones de nuestro repertorio.

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El cómo éramos en el pasado nos define como sociedad actual, volcados en la vorágine de la evolución, pero sin abandonar nunca nuestra idiosincrasia, esas raíces culturales que como señas de identidad no hemos perdido nunca.

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Tanto la Etnografía como la Etnología adquieren un significado fundamental dentro del Folklore y las Tradiciones, porque derivadas de los usos y costumbres, formas de vestir e indumentaria tradicional, fiestas, oficios, creencias religiosas, relaciones sociales de amor y desamor, mitos, leyendas, mitología, y un amplio etcétera; han propiciado que la narrativa y la poesía hayan sido musicalizadas conformando historias particulares que hemos heredado como Folklore.

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Es cierto que el Folklore nace en el pueblo, por y para él, para su gente, su forma de ser y subsistir; y además en la forma en la que con el paso de los años han tratado de mantenerlo vivo a través del legado hacia generaciones posteriores.

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Los investigadores que se incluyen en este área, han aportado datos importantes al trabajo actual del Grupo de Coros y Danzas de Torrejoncillo.

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La simbiosis entre etnografía y folklore, queda patente por el uso de la indumentaria tradicional para interpretar las canciones y bailes actualmente. Una celebración permanente de la supervivencia de nuestras tradiciones.