DANZAORES (I)
La imagen que abre este apartado, simboliza perfectamente la importancia de lo que fueron los Danzaores de Torrejoncillo. Una plaza repleta de personas para ver bailar a niños ataviados con un traje muy particular, aproximadamente, en el año 1950.
Aunque existen numerosos estudios relacionados con las danzas rituales y sus orígenes, no hay ningún dato certero que aporte información a la forma y fecha en que se iniciaron este tipo de danzas en Torrejoncillo.
Guardan similitud importante con danzas de otras localiades cercanas, siendo de especial interés el libro Lírica Popular de la Alta Extremadura, de Manuel García Matos. En él, hace un estudio pormenorizado de la influencia de estas danzas en nuestra zona, y recoge el testimonio de informantes de localidades como Riolobos, Montehermoso, Arroyomolinos de la Vera, y Garganta la Olla.
Aunque García Matos no las llegó a publicar, también hay danzas recopiladas por él en el año 1950, de Mirabel, y de Torrejoncillo.
Este material no publicado, está archivado en el Fondo de Música Tradicional del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y de la Institución Milá y Fontanals.
Sobreviven pocos Danzaores de la última cuadrilla, y gracias a su memoria y entusiasmo, el Grupo de Coros y Danzas de Torrejoncillo ha iniciado un trabajo de investigación y recuperación de esta tradición ancestral.
Los Danzaores bailaban, principalmente en la Romería, y también en otras fiestas en las que se les pedía. Siempre ataviados, tal y como describe Valeriano Macías Gutiérrez, en su artículo "Estudio etnológico de Torrejoncillo (Cáceres)" (separata de la revista de Dialectología y Tradiciones Populares, Madrid - 1965): "El traje de los danzarines, tanto del director como de los números que componen el grupo, consiste en chaleco de raso negro, adornado todo su contorno de bordados de fatasía; es cruzado , con doble botonadura. La camisa es blanca; las mangas quedan al descubierto. el calzón, corto, de raso negro, liso, ceñidosa la rodilla por cordones de filigrana; media blanca de tejido grueso de ganchillo y zapatillas también blancas. No hay distinción entre el indumento de los danzarines ni el del director. La cabeza la llevan tocada con un gorro circular de cartón, forrado con tela de fantasía y abierto por la parte superior, cuyos ribetes son de encaje de bolillos".
Las danzas, de diferente ejecución, bien con palos o castañuelas, cordón de cintas, y oficios.
Y la estructura del cuerpo de baile, era de 8 danzaores, guiados por el maestro, y acompañados por el tamborilero. El número de 8 era invariable, es decir, que todas las danzas las bailaban 8 danzaores, estando el maestro con ellos.
Un apunte necesario en relación con el contenido histórico de los Danzaores de Torrejoncillo, es que desde aproximadamente 1955 hasta la actualidad, no se había hecho ningún trabajo de recopilación de danzas, por lo que solo se conservaban las músicas y letrillas, y los Danzaores estaban prácticamente desaparecidos y en riesgo de desaparición total.
INTENTO DE RECUPERACIÓN EN EL AÑO 1995. Desde el Grupo de Coros y Danzas de Torrejoncillo se intentó recuperar parcialmente la actividad de los Danzaores, y varios niños aprendieron 4 o 5 danzas, que bailaban conjuntamente con el grupo en las actuaciones.
Para ello, contaron con la colaboración de Aurelio Hernández "Veterano", uno de los Danzaores de la última cuadrilla estable conocida, de la referencia de 1955; siendo tamborilero Pedro Clemente Martín que también dirigía la sección de música del grupo por aquel entonces.
Finalmente, después de varios meses, el grupo de Danzaores se deshizo y no se conservó nada sobre las coreografías, quedando muy pocos testimonios fotográficos o audiovisuales.
Actualmente, se está haciendo un trabajo muy serio, grabando en diferentes soportes tanto las danzas como las músicas, por lo que podemos asegurar que es una tradición íntegramente rescatada, tal y como la recuerdan las personas más mayores que participaron en Danzaores, así como otras que han aportado información.
La última cuadrilla de Danzaores, que se inició en los años 40 del siglo XX, actuó en numerosas localidades extremeñas, como Cáceres, Zorita, y pueblos cercranos. También estuvieron bailando en Madrid en dos ocasiones, y recuerdan que en una de ellas tuvieron que dar 9 vueltas a la Plaza Mayor, quedando exhaustos; y que uno de ellos se perdió por la capital de España, que casualmente encontraron cerca y pudo volver a Torrejoncillo.
Una de las asignaturas pendientes de los Danzaores de Torrejoncillo, es poder encontrar información aproximada sobre su creación, porque no hay ningún documento escrito que pueda atestiguarlo. Diferentes investigadores han indagado en la intrahistoria de los Danzaores, sin poder llegar a ninguna conclusión.
Pilar Barrios y Valeriano Macías los relacionan con la festividad de la Romería de San Pedro, y documentos acreditados anteriores a 1588, y es precisamente esta romería el lugar en el que fundamentalmente desarroban su actividad local con un protagonismo esencial. No obstante, no existen vestigios tan antiguos. Si que hay referencias a las Loas que hacían los Danzaores, que eran teatrillos religiosos que contenían varias figuras: jóvenes, incrédulo, y pastor. Las hay recuperadas de finales del siglo XIX.
En la historia reciente, podemos remontarnos a los siglos XVIII y XIX, que se deduce de los datos que se desprenden de los testimonios de escritores-investigadores. En 1968, Valeriano Gutiérrez publicó "Por la geografía extremeña - Fiestas Populares" y en ella se incluía un artículo publicado ya en una revista en 1965, de investigaciones de años atrás.
Citaba Valeriano Gutiérrez que le informaron sobre los "danzarines" dos personas de muy avanzada edad, de aproximadamente 90 años, que habían estado toda su vida en los Danzaores. Orientativamente, situaría a los Danzaores a mediados del siglo XIX, y por extensión, para que esto hubiera sido posible, vendría heredado de generaciones anteriores, tocando positivamente al siglo XVIII.
Los Danzaores de Torrejoncillo participaron en algunos eventos de máximo interés en la zona, y particularmente en la vecina localidad de Coria.
La fotografía anterior, es del 20 de mayo de 1956, día en el que se coronó a la Virgen de Argeme, bajo el pontificado de Pío XII, por el entonces obispo titular Manuel Llopis Ivorra y por el entonces nuncio apostólico en España, Monseñor Ildebrando Antoniutti.
El 3 de mayo de 1960, la Duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart y Silva; estuvo en Coria por cuestiones derivadas de su duquesado, y los Danzaores de Torrejoncillo fueron los que amenizaron el evento con sus danzas de palos y castañuelas.
En el centro de la foto puede apreciarse a una jovencísima Cayetana de Alba, y delante de ella, los Danzaores de Torrejoncillo.
Esta fotografía está cedida por Pedro Clemente Corón, de Coria, gran amante e impulsor del folklore durante muchísimos años.
En la foto de más abajo, los Danzaores de Torrejoncillo en un día de Romería de San Pedro, donde también era tradicional su participación.
La galería activa de fotos, con el único traje de Danzaor que sobrevive completo, de Alejandro Rincón, Maestro de la última cuadrilla de Danzaores antes de su desaparición como grupo.